No amigas y amigos; no es que el Río Danubio se jubile que ya quisiera él despues de sufrir como la mayoría de ríos europeos en sus aguas décadas de maltrato, contaminación, desaparición de sus riberas, desecaciones, y otros muchos atropellos, Sino que nuestro amigo Danubio, osea nuestro "Capi" ha decidido retirarse discretamente a realizar navegadas más relajadas y tranquilas, principalmente por aguas costeras y dejar las jarcias, los cabos, foques, botavaras, winches y todo lo relacionado con la navegación de altura a vela.
Por ese motivo, en este Crucero organizado para los próximos días de septiembre de 2010, disfrutaremos doblemente por la satisfacción en sí de participar en el, y por ser a la vez el último que previsiblemente organice para el disfrute de nuestro extenso grupo de amigos. Pero mejor os comunico la decisión.
Si amigos, ya son muchos años y muchas las millas y salidas a navegar organizadas para tantos y tantos participantes, unas con mayor fortuna que otras como es natural pero todas con la mayor de las ilusiones y entrega para que todos sin excepción disfrutáramos de nuestras navegadas...¡Pero!...el tiempo es inexorable, hace que los músculos pierdan masa y se cansen, los huesos se reblandecen y las fuerzas disminuyen....¡ a eso le llamamos vejez! y llegados a ella lo que toca es descansar, y en esa tesitura estoy pues tengo decidido que una vez finalizado el Crucero Pitiusas 2010 que he organizado para este septiembre en el que participan integrantes del Grupo Espeto, Grupo Asturies y Grupo Mesetero, cuando hayamos arriado las velas, colocado las defensas, amarrado el barco a tierra y toquen las despedias, esta vez será por mi parte una gruesa despedida de los magníficos barcos de crucero que hasta ahora he patroneado para pasarme, lo reconozco, al "enemigo" osea a los "tractores", borjamaris o petroleros como tantas veces hemos, y he calificado a las embarcaciones a motor, con tripulantes la mayoría de las veces ruidosos y mareados por la velocidad, de los que yo, nunca pude obtener la explicación de porqué tanta prisa, si en La Mar, al menos para mí, todo se ralentiza y toma su justa dimensión, las distancias son más reales, la noche expléndida, el atardecer sobrecogedor, las olas rítmicas, y el silencio Único.
Todavía me queda disfrutar junto con los integrantes del Grupo Espeto, la segunda quincena del mes de septiembre 2010, pero esto será de forma más reposada contemplando La Mar desde un "chiringuito" y a lo sumo en alguna navegada junto a la costa en alguna pequeña embarcación "motorizada" para salir a pescar o hacer que pesco, y regresar a puerto a la puesta de sol.
Así es que como dije antes; ¡Arriad velas, doblarlas convenientemente secas y limpias en su lugar de estiba, afirmar bien el amantillo, recoged las escotas y aclarar toda la maniobra, colocar las defensas, asegurad las amarras y cerrad todas las posibles entradas de agua!.....¡amarramos a puerto!.........al menos durante un tiempo.
Daniel Sujar García (Capitán Danubio)
Agosto de 2010
PD. ¡Ahora que estoy jubilado de la navegación activa, como soy diplomado en ingeniería química, una de las cosas que mas me gusta hacer, es transformar cervezas, vinos y todo tipo de bebidas alcohólicas........¡ en orina ! y me lo paso fenomenal.
Si amigos, ya son muchos años y muchas las millas y salidas a navegar organizadas para tantos y tantos participantes, unas con mayor fortuna que otras como es natural pero todas con la mayor de las ilusiones y entrega para que todos sin excepción disfrutáramos de nuestras navegadas...¡Pero!...el tiempo es inexorable, hace que los músculos pierdan masa y se cansen, los huesos se reblandecen y las fuerzas disminuyen....¡ a eso le llamamos vejez! y llegados a ella lo que toca es descansar, y en esa tesitura estoy pues tengo decidido que una vez finalizado el Crucero Pitiusas 2010 que he organizado para este septiembre en el que participan integrantes del Grupo Espeto, Grupo Asturies y Grupo Mesetero, cuando hayamos arriado las velas, colocado las defensas, amarrado el barco a tierra y toquen las despedias, esta vez será por mi parte una gruesa despedida de los magníficos barcos de crucero que hasta ahora he patroneado para pasarme, lo reconozco, al "enemigo" osea a los "tractores", borjamaris o petroleros como tantas veces hemos, y he calificado a las embarcaciones a motor, con tripulantes la mayoría de las veces ruidosos y mareados por la velocidad, de los que yo, nunca pude obtener la explicación de porqué tanta prisa, si en La Mar, al menos para mí, todo se ralentiza y toma su justa dimensión, las distancias son más reales, la noche expléndida, el atardecer sobrecogedor, las olas rítmicas, y el silencio Único.
